Reseña 'Play', Javier Ruescas

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Titulo: Play
Autor: Javier Ruescas
Editorial: Montena
Formato: Rústica con solapas
Paginas: 512
ISBN: 9788484419471
Precio: 16,95 €
Trilogía: Play 1/3
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 Nadie diría que Leo y Aarón son hermanos. El primero es presumido y ambicioso; el segundo, tímido y reservado. Pero ambos desean algo. Mientras Leo sueña con hacerse famoso a toda costa, Aarón no deja de pensar en cómo puede recuperar a su novia, quien, tras ganar un concurso y convertirse en una estrella mundial, se ha vuelto inaccesible.

 Un día, husmeando en el ordenador de su hermano, Leo descubre que Aarón tiene un talento desbordante para la música, y que ha compuesto y grabado varios temas que no tienen nada que envidiarles a los hits más populares del momento. Sin meditar las consecuencias, Leo decide darlos a conocer por internet y muy pronto el fenómeno Play Serafin –el nombre que le ha puesto al canal de YouTube– se extiende por toda la red…

 Tengo que decir que después de haberme enamorado de Ruescas con Cuentos de Bereth, me puse a leer Play con unas expectativas muuuy altas y me llevé un ostión de campeonato. A ver, que el libro está bien, es entretenido y todo eso, pero me esperaba algo todavía mejor. Seguiré con la saga para ver cómo acaba, pero creo que hice bien en no gastarme el dineral que valía el primero. Como de costumbre tengo que darle las gracias a Olaya Brightside por el préstamo :)

¿De qué va la historia?

 De un chico que pasa más tiempo haciendo de mueble que aprovechando su talento; de un hermano capullo que quiere hacerse famoso a toda costa; de una ex novia zorrón (bueno, más bien castor) que se hace famosa de la noche a la mañana y deja tirado al protagonista; de una cuenta de youtube que de un día para otro tiene más visitas que la de la madre de Justin Bieber y de cacaos y ralladas típicas de los adolescentes.

 Los capítulos están contados cada uno por uno de los hermanos, Leo o Aarón, y cada uno empieza con unos versos de alguna canción en inglés acorde con lo que va a pasar/lo que van a sentir los personajes en el capítulo correspondiente. Es un detalle que me moló muchísimo ya que salieron versos de canciones que hacía siglos que no escuchaba y que me encantaban. Y bueno, cuando salió el de Year 3000 de Busted casi me pongo a llorar de la emoción. ¿Alguien más que fuese fan del grupo y que ame la canción original y no la versión que montaron los Jonas Brothers? ¡Sí, por favor! 

 Me gustó que la temática de la novela fuera bastante realista. ¿Adolescentes que quieren hacerse famosos? Creíble. ¿Gente que usa las nuevas tecnologías para conseguirlo? Más creíble todavía. ¿Hermanos capullos? Ni te cuento. 

 Leo descubre que Aarón canta bien y se graba a sí mismo haciendo playback y lo cuelga en youtube para que todo el mundo piense que la música es suya. Y todo esto sin consultárselo a su hermano, claro está. El desastre se huele a kilómetros. Y si a eso le añadimos que a Aarón no le hace ninguna gracia volver a ver a su hermano después de dos años sin saber nada de él y que su novia se ha hecho famosa y ahora hace como que ya no existe... apaga y vámonos.

 También me ha gustado que Ruescas nos pinte la fama de una manera más real que la que suele tener la gente en su imaginación. Es decir: soñamos con ser ricos y famosos y creemos que será fácil, que cuando lo consigamos seremos los reyes del mambo y que haremos lo que nos dé la gana. Pero no. La vida de los nuevos artistas está controlada, la presión les vence en ocasiones y no es oro todo lo que reluce. Y no sólo en el mundo de la música. Gracias, Ruescas, por abrirle los ojos a más de uno (y puede que por destrozar algún que otro sueño también).

 ¿Qué cosas no me gustaron? 

 El hecho de que los hermanos se hagan super hiper mega ultra famosos de la noche a la mañana (en serio, ¿qué es esto? ¿La voz?) cuando hay personas con muuuuucho talento que se cuelgan en youtube y sitios así y tardan siglos en progresar (si es que lo hacen), que a veces el libro se me hizo un pelín pesado y que tuvo alguna que otra cosilla un tanto predecible. 

 Pero bueno, en general he de decir que la historia no está mal. Es algo distinto a lo que estamos acostumbrados a tragarnos dentro de la literatura juvenil y tiene alguna que otra enseñanza moral que merece mucho la pena. No creo que sea la mejor obra del autor, pero tampoco ha estado mal. Lo recomiendo para pasar un buen fin de semana repanchingado en el sofá con buena música de fondo.