Reseña 'Bajo la misma estrella', John Green

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Título: Bajo la misma estrella

Título original: The fault in our stars

Autor: John Green

Editorial: DEBOLSILLO

Páginas: 304

ISBN: 9788490324875

Tipo: autoconclusivo

[Disponible también en: editorial nube de tinta]

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  A Hazel y a Gus les gustaría tener vidas más corrientes. Algunos dirían que no han nacido con estrella, que su mundo es injusto. Hazel y Gus son solo adolescentes, pero si algo les ha enseñado el cáncer que ambos padecen es que no hay tiempo para lamentaciones, porque, nos guste o no, solo existe el hoy y el ahora. Y por ello, con la intención de hacer realidad el mayor deseo de Hazel - conocer a su escritor favorito -, cruzarán juntos el Atlántico para vivir una aventura contrarreloj, tan catártica como desgarradora. 

  Desde que empecé Looking for Alaska a petición de mi ahijada Olaya Brightside me cabreé con John Green hasta el punto de no querer saber nada más de él. Sabréis el por qué cuando suba la reseña de dicho libro, pero vamos, que estaba convencidísima de que no habría manera de que el autor me gustase. Aún así las vocecillas de los blogueros susurrándome 'léelo', 'es el mejor libro que he leído' 'vas a llorar un montón' y demás frases alentadoras me perseguían cada vez que lo veía en una librería. Al final me lo acabaron regalando y lo tuve meses en el armario por miedo. ¿Y qué pasó? Que, pese a mi cabezonería, al final me gustó, y mucho (como era de esperar).

  Hazel nos cuenta su historia en primera persona: tiene un cáncer que en un futuro no muy lejano acabará con su vida y para poder seguir respirando tiene que arrastrar consigo una bombona de oxígeno allá a donde va. Pero como no es tortura suficiente (nótese la ironía) su madre la obliga a ir a un grupo de apoyo para gente con enfermedades que no difieren mucho de la suya. Allí aguantará las paparruchas de un tío que se cree que ha vivido un milagro por haberse salvado de un cáncer en los huevos. 

  Hazel odia estas reuniones e intenta dejar de ir por todos los medios. ¿Perder el poco tiempo que le queda en ir a escuchar tonterías? No merece la pena. Pero gracias a la insistencia de su madre Hazel asiste a otra de las reuniones justo el día en que aparece Augustus Waters.

  No os contaré toda la hsitroia de Gus por no enrollarme, pero la cosa se resume en que debido a un osteosarcoma ha perdido una pierna y entiende mejor que nadie cómo se siente Hazel. Ambos tratan el tema del cáncer con escepticismo y mucha naturalidad, nos ofrecen una visión totalmente diferente a la que nos podríamos imaginar y son capaces de crear humor en las ocasiones más oscuras. Además Gus es un tío tan guapo como interesante. Vamos, un bookboyfriend en toda regla.

  ¿He llorado con el libro tal y como me advertían? No. Para nada. Es triste, sí, pero en mi opinión no es como para llorar. Es más, me hizo sonreír de ternura en todo momento. Estoy un pelín obsesionada con todo eso de no dejar nada después de la muerte, con dejar un legado y esas cosas y este libro ha plasmado todo lo que siento. Me ha hecho reír, me ha hecho pensar, e incluso después empezaron a venírseme paranoias de todo tipo a la cabeza sobre cómo sería mi funeral o dónde acabaría yo después de morir. Ahora os estaréis riendo pensando en lo idiota que soy, pero probablemente a muchos de vosotros os haya pasado lo mismo al terminar la novela.

  El rollo de la búsqueda del autor, el libro sin final, la locura... me ha encantado. Y todas las reflexiones surgidas en la casa de Ana Frank también. Me ha parecido original y perfecto. Eso sí, creo que John Green ha jugado con nosotros y, después de tener a Hazel quejándose de que el libro no tenía final página sí página también, nos ha hecho lo mismo con su propia novela, dejándonos con cara de: what the f**k!? Bien por ti, Green. Has conseguido que me quite el sombrero (y no es algo que se de muy a menudo).

  No seguiré dándole vueltas a la reseña. Los que lo habéis leído sabéis que es un novelón y los que no ya estáis tardando en hacerlo. De verdad que merece mucho la pena a nivel personal. La historia es muy buena, el la atmósfera del libro es  fantástica, los personajes están muy bien hechos y es fácil cogerles cariño, las reflexiones nos llegarán hondo y el avance de la enfermedad nos tendrá en tensión durante toda la obra.