Reseña 'Buscaré el océano'

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❂Título: Buscaré el océano

❂Título original: 

The forest of hands and teeth

❂Autora: Carrie Ryan

❂Trilogía: 1/3

❂Editorial: Montena

❂Páginas: 366

❂Precio: 16'95 €

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  En el mundo de Mary, algunas verdades son incuestionables: la Hermandad sabe más que nadie. Los Guardianes protegen y sirven. Los Condenados no se rinden nunca. Y hay que tener mucho cuidado con la alambrada que rodea el pueblo y que protege a sus habitantes del Bosque de Manos y Dientes. Sin embrago, poco a poco estas verdades dejarán de convencer a Mary, quien tendrá que elegir entre su aldea y su futuro, entre la persona a quien ama y la persona que la ama. Y deberá enfrentarse a la verdad sobre el océano. ¿Es posible que exista vida más allá de tanta muerte?

  Después de casi un mes desaparecida a causa del trabajo y la vagancia vuelvo con muchas lecturas a los hombros y muchas reseñas cargaditas pendientes de compartir con vosotros. (Sí, yo también os he echado mucho de menitos... sniff)  

  Empiezo con la reseña de este libro, enviado por Cris Lightwood, del que no tenía nada claro el argumento antes de empezarlo. ¿Queréis saber de qué va? Zombies. Zombies, zombies, zombies, ¡zombies! Y lo digo para dejarlo claro y que no os pase como a mí, que creí que sería un libro más de esos que Montena saca como churros sobre triángulos amorosos, criaturas fantásticas y entornos bonitos. O algo parecido a Delirium, de Lauren Oliver, por aquello de las alambradas, el mundo controlado por una hermandad, los condenados (nombre que me recordaba a los salvajes incurados)... pero no.

  Estamos ante un The Walking Dead juvenil romántico. Sí, suena raro, pero así es. Imaginar la cárcel en la que Rick y los suyos vivían mientras ocultándose del Gobernador. ¿Lo tenéis? Vale, pues ahora imaginar un pueblo entero dentro de las vallas de la cárcel, con sus casas, su iglesia... Ese es el mundo de Mary. No hay nada más allá del pueblo, solo zombies y destrucción. Son los únicos supervivientes y su deber es perpetuar la especie. Si eres mujer como Mary has de casarte y procrear o unirte a La Hermandad. Es precisamente ahí donde los problemas de Mary empiezan, cuando su madre se deja morder por un zombie y nadie pide su mano antes de la fecha límite....

  Prisionera en La Hermandad, Mary quiere salir del pueblo cueste lo que cueste. Su madre le habló del océano, un lugar sin Condenados y sin peligro. Un lugar de paz para todos. Ahora que su madre ya no está y su vida es un desastre tiene más fuerzas que nunca para irse... hasta que Travis, el chico del que lleva años enamorada, reaparece. 

  Es una historia interesante, de superación personal y de persecución de sueños imposibles. La ambientación es muy buena, aunque vuelvo a repetir que algunos lugares eran demasiado parecidos a los que vemos en la serie de The Walking Dead. Tampoco me gustó esta idea de mundo machista en la que las mujeres ni pinchaban ni cortaban y que debían depender de los hombres sí o sí, y más viendo que en la historia ya hemos pasado el siglo XXI hace tiempo. Nos encontramos constantes alusiones a Dios y a la religión, pero creo que están bien metidas en la obra.

  Cómo no, hay un triángulo amoroso (porque, ¿qué es un libro juvenil sin uno? Caquita de vaca) y Mary se debatirá entre dos hermanos: Travis (mi preferido) y Harry (un egoísta que intenta conseguir a Mary sí o sí). No quiero hablar mucho de este triángulo porque estoy muy enfadada con la autora por una serie de cosas indeseadas que pasan casi al final, así que si os pica la curiosidad, ¡leerlo!

  Como veis ha habido muchas cosas que no me han gustado. Añado a mi lista a una protagonista cabezona que nos cuenta las cosas a medias y que se deja en el tintero periodos de tiempo muy largos e importantes y una mejor amiga que más tiene de enemiga que de otra cosa. Aun con todo el libro me ha gustado. Eso sí, no sé si podré aguantar dos libros más a este ritmo. O la autora se pone las pilas o no sé yo si no dejaré la historia en el segundo (y eso que me han dicho que los protagonistas cambian completamente). 

  Es una historia lúgubre, con un ambiente hostil que nos mantiene en vilo página tras página, en la que siempre está pasando algo peor que lo anterior, y en la que apenas tenemos un segundo para pararnos a pensar en finales felices. Pero al final engancha. Y mucho.