Sé que este blog es básicamente literario y que a muchos lectores no les gusta ver cosas que se salgan del tema. Películas, canciones, etc, sobran bastante en este tipo de blogs. Pero cuando algo te llega muy hondo y quieres hacérselo llegar a los demás, sólo el blog es un buen medio para hacerlo.
La cosa es: hacía tiempo que quería ver la película de "Lorax, en busca de la trúfula perdida". He de reconocerlo, sólo quería verla porque tenía curiosidad por saber lo que era una trúfula ¿una trufa metida en una brújula o qué?
Pero ayer me hice con ella y, la verdad, me llegó al alma. Me di cuenta de que las trúfulas eran lo que menos importaba, lo esencial de la película era el mensaje: nos plantea el problema de la deforestación, el daño que causa en el medioambiente la industrialización y el ansia de los hombres por conseguir más y más riqueza.
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"Unless someone like you cares an awful lot,
nothing is going to get better. It's not" |
La película parece estar dirigida especialmente al público infantil, pero sus enseñanzas calan también en los adultos. Se nos cuenta la historia de los habitantes de Thneedville, una ciudad de plástico en la que no existen árboles y en la que hasta se paga por tener aire embotellado a un tirano multimillonario. En medio de este caos, Ted se embarca en una aventura para encontrar un árbol de verdad, aunque no parece que sea posible sin salir de la ciudad (rodeada por un inmenso muro y vigilada las 24horas del día por cámaras ocultas).

En su búsqueda descubre la horrible realidad: detrás de los muros de Thneedville la desolación se extiende por todos lados y los árboles ya no crecen. Ted llega a casa de ‘El Una-vez’, quien le cuenta la historia de cómo desaparecieron los árboles por culpa de uno de sus inventos y de cómo Lorax, el guardián del bosque, intentaba protegerlos del hombre sin mucho éxito. De hecho, es 'El una-vez' quien crea la conciencia ecológica en la mente de Ted y lo anima a que salve al mundo inconscientemente.
Si esto fuera una reseña os diría que vierais la película YA MISMO, es una buena opción para una de estas tardes de verano en las que no tenéis nada que hacer.
Al igual que libros como
"Donde los árboles cantan", de Laura Gallego o la iniciativa “
Mi blog es de impacto cero” (de la cual podéis saber más pinchando
AQUÍ), el Lorax nos inculca el
amor por la naturaleza, el
respeto por los árboles, y hace que se nos salte alguna que otra lagrimilla al ver a los animales huir de su hábitat natural por culpa del hombre.
De hecho, el toque cómico que se les da a los animales (el oso glotón, los peces cantarines, el pequeño osito que siempre se mete en líos...) es un recurso utilizado concienzudamente por los creadores de la trama, ya que consiguen que nos encariñemos con ellos y se nos rompa aún más el corazón al ver cómo se quedan sin un lugar adecuado en el que vivir.

Es una de esas películas que
todo el mundo debería ver. A los que ya estamos concienciados con el medio ambiente nos hará llorar un poco y sentirnos un poco más contentos con nosotros mismos al saber que aún podemos hacer algo por remediar las catástrofes que se nos vienen encima.
Y a aquellos que hasta ahora no les ha importado el medio ambiente... tal vez les haga replantearse su forma de vida y ver el mundo de otra manera.