Pensaba considerar esta la primera reseña de 2013, pero al final, viendo lo rápido que leí el libro y lo que disfruté con él, he preferido utilizarla para cerrar el año. Espero que os guste.
James, un chico de la alta sociedad inglesa, va a pasar las vacaciones de Navidad con los Graham, una familia de clase media americana. Kesley será la encargada de hacerle de anfitriona, pero la verdad es que no lo tendrá nada fácil: la personalidad excéntrica y sofisticada de James se desvelará muy pronto. Acostumbrado a un tipo de vida propio de las élites, no aprueba ni a los amigos, ni al hermano rasta, ni la comida, ni la forma de vestir de Kesley. James extiende periódicos para sentarse en el autobús, compra los alimentos más caros y exclusivos del supermercado, pide taxis cada día y humilla a Kelsey con sus comentarios impertinentes.
A pesar de las continuas peleas, de las ironías fuera de tono del inglés y de los cortes exasperados de Kelsey, la convivencia les forzará a establecer pactos y, poco a poco, el abismo que hay entre ellos se irá estrechando. Hasta que una noche, con unas copas de más y ante la sorpresa de Kelsey, James la besará con la excusa del muérdago navideño.
Compré este libro por tener algo que leer para pasar el rato y, sobre todo, porque era sumamente barato en formato digital. El pensar que había sido finalista en el Premio Ellas Juvenil Romántica fue lo que definitivamente hizo que me decidiera. Pues bien, me lo compré ayer por la tarde y este mediodía ya lo tenía acabado. El libro se lee rápido, tiene un vocabulario para nada rebuscado, y mucho diálogo, lo que hace que las páginas pasen más ágiles aún.
La verdad es que no pagaría por tener el libro en papel, pero sí que creo que es genial para pasar un buen rato llevándolo en tu tablet, movil o ebook. Es el típico libro que disfrutas leyendo mientras esperas el autobús. Kelsey es divertida, una chica sencilla con la que todas nos podemos sentir fácilmente identificadas. James, por el contrario, es sumamente petardo, un pijo de los que ya no quedan. De hecho podemos llegar a cuestionarnos cuán real puede llegar a ser su personaje, ya que no conocemos a muchas personas que en la vida real nunca hayan ido a un supermercado o no hallan comido en McDonald's.

La ironía que la autora utiliza en los diálogos es lo que salva a la obra de ser algo pueril, ya que la chica no escribe precisamente con mucha genialidad, sino más bien como una adolescente con muchas ideas buenas pero con poca experiencia. Aún así la obra es sencillamente genial.
Eché en falta un poco más de pasión en los momentos románticos, pero aún así conseguían engancharme de manera que estuviera deseando que llegara el próximo beso o la siguiente mirada tierna. Además me gusta que no sea el típico romance tipo crepúsculo, sino que James sea todo lo contrario al típico héroe: insoportable, pijo, creído, hipocondríaco, rico y egoísta.
"-Perdone… -le dijo-, pero su hijo huele a materia orgánica sucia. Muy sucia.
-¿Qué? –preguntó la mujer, confundida.
-Excremento –aclaró, tapándose la nariz con los dedos-, desecho, caca, mierda. El niño huele a mierda, señora."
Aunque el que verdaderamente me ha cautivado ha sido el hermano de Kelsey, Marcus. Es el típico colgado fumeta que no hace nada con su vida y que se toma todo con muuuuuucha tranquilidad. James está desde el principio horrorizado por sus rastas y su amor por la marihuana, pero al final acaban cogiendo una gran complicidad.
Sin duda un libro genial, dos mundos muy diferentes que chocan desde un primer momento, pero que acaban enseñando al otro lo mejor de cada uno. Sencillamente una obra casi perfecta.